miércoles, 23 de mayo de 2012

martes, 22 de mayo de 2012

Llegue a una conclusión. Ya se porque lo hago, sé que es lo que busco. La muerte. Lenta, fría y dolorosa, para que nadie lo note. De a poco me voy a ir apagando, como si fuera una estrella cumpliendo su ciclo. Son esos momentos en los que quisiera ser autista y tirar todo a la mierda.
quiero morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir, morir!


No controlo la fuerza, ni mido el espacio. En un corte caben decenas de heridas más. Me pongo a llorar inútilmente, las lágrimas no borrarán las marcas. Tendré que soportar la culpa al desnudarme delante del espejo, siendo testigo de cómo voy autodestruyéndome cada día más. Mis brazos me piden que pare, pero mi mente insiste, quiere taparme con cortes la malvada imperfección. No dejo rastro, sólo recuerdos grabados en el alma. Me cuesta decirlo, y me siento tonta al aceptarlo, pero me resigné desde hace rato. No encontré forma de explicárselo a mis seres queridos, ¿cómo decirles que deseo irme de este mundo?, que no aguanto, que me duele, que grito, que sangro, que no hay consuelo para tanto llanto, que no soy parte de su raza, ni siquiera humana me siento porque no puedo comportarme por única vez como los demás lo hacen. No sólo soy diferente por la cantidad de razones evidentes, sino porque ni siquiera puedo disimular «¿Qué te falta?» Me vuelven a preguntar. «Me faltan ganas de vivir». ¿Capricho? Más bien cansancio, diría yo. Quise ser, tener, pero perdí todo el poder, ya no tengo control de nada, ni siquiera de mí misma. Le entregué la vida al diablo y le prometí que jamás volvería a buscar a Dios. Ni tampoco dejaría que me encontrara. Me escondo de Él y del mundo a su vez. No quiero volver a intentar, sólo quiero no despertar. Es un deseo difícil de explicar. 

¿Cómo empezar de cero cuando mi vida quedó varada en menos uno?




Y lo único que tengo que pensar es que son solamente crisis que tengo que superar, solamente eso. No es nada más. ( Debo repetirlo hasta creerlo.)

Nunca dejen las puertas o las ventanas abiertas porque hay almas perdidas que quieren volar.

Me duele, y nadie se imagina cuánto. Ya no es un sentimiento, es un estado. No me siento sola, ESTOY
sola. La gente que se suponía que debería estar conmigo, hoy no está. Se borran, desaparecen, no contestan llamados ni mensajes de texto, no responden ante mis gritos desesperados de auxilio.
Siento que para muchos soy invisible, que lo único que ven en mí son cortes, intentos de
suicidio, o crisis. Vivo en crisis, es verdad, pero sigo viviendo igual. Estoy acá, respiro, hablo, lloro, pero, aun así, nadie puede verme. Sin otro remedio, me resigno a vivir de esta manera, invisible para el mundo, rechazada por mí. No puedo quererme, no, mientras alguien no me demuestre que vale la pena...
Siempre me pregunté qué se sentía antes de morir. Pensé que nunca lo iba a saber, pero hoy
puedo decir que conocí la muerte. La viví y la vivo constantemente. Ver que mi familia se sumergen la angustia me mata. Ver que mis amigas no están, no las siento. Ver que lo más lindo de la vida se rompe, al tiempo que yo me quiebro. Ver que pierdo todo y me quedo con menos que nada. Estoy sola, ya no tengo con quién reír, ni con quién llorar. No tengo vida, no tengo nada más. Estoy cansada. Estoy cansada de vivir cuando deseo
morir. Estoy cansada de esconder mi llanto, mi pena, mi alma. Quizá me lo merezca, como
escuché que me decían alguna vez. Tal vez deba pagar con la soledad y la angustia todo el dolor que ocasioné durante tantos años. Los lastimé y no tuve piedad. Pido perdón, perdón por todo. Sé que algún día verán que los amé de verdad.
No Llores porque muero, alégrate porque alguna vez estuve viva.
Siempre dije que mi mente era mi peor enemiga... que nadie podría hacerme más daño del
que podría hacerme yo misma. Pero creí morir cada vez que alguna de las personas que
amaba me abandonaba.
Empecé con cortes, seguí con pastillas, todo esto por dolor. Porque no soportaba que se
alejaran de mí, aun cuando fuera necesario.
Porque los demás jugaban a ser felices mientras yo moría de angustia. Mi angustia, ¡qué tema complicado!
No sólo llevaba el dolor que se padece al tener tanto sobrepeso, sino que también tenía
que cargar con las intimidantes discriminaciones de mis compañeros de colegio.
Tampoco quiero echarles la culpa porque, al fin y al cabo, yo decidía ponerme mal por esas
cosas.
Retomando, quería ser como ellos, quería reír, sentirme feliz, pero me sentía pésimo, no
quería vivir, me costaba e incluso hasta me dolía hacerlo. Estaba entrando, casi sin darme
cuenta, en una terrible depresión que me llevaría a la destrucción total. Encontraba distintas
formas de maltratarme, de agredirme; me odiaba, por lo tanto, lo merecía. Me discriminaba
no (solamente) por ser gorda, sino por ser YO. Sufría por vergüenza, sufría por temor, sufría
por rechazos, sufría por todo, por cualquier cosa. Sufría por sufrir, porque siendo lo que era
(gorda, estúpida, inútil) no tenía derecho a nada, o, al menos, ésa era mi teoría.
Me odiaba, no podía mirarme al espejo sin intentar romperme la cara en el acto. Quería esconderme del mundo encerrándome en mi habitación para no salir nunca más. Quería encenderme el pelo, quemarme viva. Sentía que moría, pero no tenía síntomas de haber muerto. Esperaba la muerte a cada segundo, lo deseaba. Muchas veces me imaginé, mientras caminaba por la calle, tirarme debajo de un colectivo o de un camión.

Pain.




 lo que es querer morir. Cómo duele sonreír. Cómo intentas encajar, pero no puedes. Cómo te haces daño por fuera para intentar matar lo que tienes por dentro.
[Sé lo que es querer morir. Sé lo que es querer morir. Sé lo que es querer morir. Sé lo que es querer morir.]

¿Porque no puedo desaparecer y ya?



Ajústense los cinturones y por favor permanezcan sentados. Voy en un vuelo propenso a estrellarse y, sin embargo, sigo volando.
"¿Alguna vez sintieron que no tenían ganas de nada? Ni de levantarse, ni de comer, ni de hablar por teléfono, ni de saludar a la familia, ni de hacer cosas que les den placer. Así me sentía yo."
Podría dormir y dormir y dormir hasta el cansancio, lo que es bastante irónico. Pero es en lo único en lo que encuentro “Paz” en este momento. Es la única salida lógica que le encuentro a la situación: la inconsciencia plena. No importaría no comer, no levantarse de la cama, no vivir, no nada, siempre y cuando valla a apagarse el dolor.
Nada me hace sonreír, ese es otro problema. Hay épocas en las que aparecen cosas o personas con las que me siento mejor y luego todo se desvanece y vuelve, simplemente, a ser todo como antes. ¿Por qué no puedo ser “normal” como todos?
Me levanto todas las mañanas buscando algo. Algo que calle las voces en mi cabeza, el escalofrió en mi cuerpo y el dolor que siento. Busco y busco, pero nada es suficiente nunca cuando uno se siente solo, ni la cantidad de comida, ni la cantidad de cigarrillos, ni la cantidad de amigos.
Me levanto todas las mañanas tratando de ser una persona feliz, agradable y positiva. Me levanto tratando de ser una chica común de 17 años y nunca lo consigo.
Sé que hay una cosa que puede cambiar TODO o NADA. Sé que está, y es lo primero en lo que pienso cuando me levanto. Pero el hecho de no estar consiguiéndolo, o que me este costado hacerlo, me está haciendo las cosas mucho más difíciles. Sé que no todo es fácil, como sé que no hay que ser negativo, pero siento que me va a costar mucho tenerlo… mucho.

P.D: ¿Porque no puedo dejar de sentir que todas las personas se alejan de mi? ¿Porque no me puedo dejar de sentir sola? Y si hay algo que me encantaría saber es ¿Que TAN errada estoy?...